_ Hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos.
_ Si el hombre no ha descubierto nada por lo que morir, no es digno de vivir.
_ Nada se olvida más despacio que una ofensa; y nada más rápido que un favor.
_ Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos.
_ Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda.
_ La discriminación de los negros está presente en cada momento de sus vidas para recordarles que la inferioridad es una mentira que sólo acepta como verdadera la sociedad que los domina.
_ De mi formación cristiana he obtenido mis ideales y de Gandhi la técnica de la acción.
_ El brazo del universo moral es largo, pero se dobla hacia la justicia.
_ Sueño con el día en que el bien derrotado vencerá al mal triunfante.
_ Tengo un sueño, un solo sueño, seguir soñando. Soñar con la libertad, soñar con la justicia, soñar con la igualdad y ojalá ya no tuviera necesidad de soñarlas.
_ Guardarme de la violencia, ya se exprese mediante la lengua, el puño o el corazón.
_ La injusticia en cualquier lugar es una amenaza en todos lados.
_El que es incapaz de perdonar es incapaz de amar.
_ A través de la violencia puedes matar al que odias, pero no puedes matar el odio.
_ La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve.
_ La sumisión y tolerancia no es el camino moral, pero sí con frecuencia el más cómodo.
_ Tuve un sueño en el cual mis cuatro pequeños hijos vivían en una nación donde no eran juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su persona.
_ Nada en el mundo es más peligroso que la ignorancia sincera y la estupidez concienzuda.
_ Si supiera que el mundo se acaba mañana, yo, hoy todavía, plantaría un árbol.
_ Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano.
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